Símbolo espiritual y arquitectónico
Monasterio San Andrés

Símbolo espiritual y arquitectónico
Monasterio San Andrés


Desarrollo Cultural y Reconstrucción
En la Edad Media y Moderna, el Monasterio de San Andrés destacó por su desarrollo cultural, económico y espiritual. Es en el siglo XVI cuando el monasterio cobró protagonismo por su gran influencia cultural. Facultad de Filosofía y Colegio de Artes y Letras de primera magnitud en la que se impartía una esmerada enseñanza que le reportó los máximos reconocimientos. Labor que se perdió con la desamortización de Mendizábal La construcción original sufrió varios incendios, uno en el siglo XIII y otro en el siglo XVI y la mayor parte de la iglesia que hoy se puede admirar es fruto de diferentes remodelaciones realizadas en los siglos XVII y XVIII, siendo un ejemplo neoclásico notable, caracterizado por su sobriedad y monumentalidad arquitectónica




La Iglesia: Portada y Retablos
Posee una fachada monumental y sobria con una estatua de San Andrés, pilastras jónicas, un rosetón iluminando el coro y una orla bellamente decorada que contiene el epígrafe de la última reconstrucción de la iglesia. Su interior, de una sola nave, incluye una cúpula ovalada con retablos del siglo XVII, Destaca el retablo renacentista del Cristo gótico. El Retablo Mayor es barroco y cuenta con la imagen de San Andrés y con una imagen en la parte superior de una escuela andaluza, rodeada de rayos solares. También hay una virgen gótica con niño en madera policromada. Hoy todavía podemos admirar esta obra cumbre del estilo neoclásico en el Bierzo, perteneciente al siglo XVIII
Historia del Monasterio
Aunque en un primer momento la documentación escasea, es a partir del siglo XI cuando las escrituras, cartas, bulas, etc., empiezan a aflorar con cierta frecuencia. En el año 1043 se tiene constancia de un privilegio real, otorgado por el rey Fernando I de León, en el que entre otras cosas afirma: Concedemos y confirmamos a la iglesia de Espinareda aquellas cosas que nuestros antecesores concedieron por testamentos reales. Este dato corrobora la existencia anterior del monasterio de San Andrés como institución plenamente consolidada. El monasterio aparece documentado en 923 y prosperó gracias a la nobleza y privilegios reales. En el siglo XVI, fue un centro cultural destacado, conocido como el Monasterio Sabio, que albergó figuras ilustres como Prudencio de Sandoval y Enrique Gil y Carrasco, hasta que llegó la desamortización de Mendizabal. A lo largo de los siglos XII y XIII el monasterio se afianza en todos los campos al amparo de la nobleza y de los privilegios reales que, en todo momento, secundan la meritoria labor de los monjes.




Claustro y Restauraciones
En cuanto al monasterio destaca el claustro inferior del XVIII, abovedado, formado por arcos dobles de medio punto que alcanzan el piso superior y separado por pilastras toscanas. Destacan también el refectorio y la elegante escalera que conduce al claustro del piso superior Se llevaron a cabo restauraciones de una parte del monasterio que terminaron en 1964, devolviéndole todo su esplendor.
El Monasterio
La fachada principal del monasterio, del siglo XVI ocupa la parte derecha anexa a la iglesia. Carece de elementos decorativos destacados, salvo los escudos incrustados en la parte superior con la flor de lis y el aspa de San Andrés. Desde la desamortización de Mendizábal, la antigua residencia del abad fue la casa parroquial. En la actualidad está en reconstrucción para un futuro proyecto del Ayuntamiento de Vega de Espinareda, que disfruta de una cesión temporal de esta parte del monasterio por parte del Obispado de Astorga.






La Fuente de la Vida
La Fuente de la Vida es una construcción emblemática situada junto al Monasterio de San Andrés en Vega de Espinareda. Erigida en 1742, esta fuente de piedra con dos caños de bronce ha sido objeto de diversas leyendas locales. Una de las más conocidas sostiene que beber de sus aguas siete veces otorga salud eterna.
La Fuente de la Vida no solo complementa la arquitectura del monasterio, sino que también enriquece el patrimonio cultural de Vega de Espinareda, atrayendo a visitantes interesados en su historia y las tradiciones asociadas a ella.
Jimena Muñiz
También conocida como Jimena Muñoz, fue una noble berciana del siglo XI, reconocida por su relación con el rey Alfonso VI de León y Castilla, de la que nacieron dos hijas: Elvira y Teresa. Esta última, Teresa es la madre de Afonso Henriquez, el primer rey de Portugal, consolidando un linaje de gran trascendencia histórica.


Tras su fallecimiento en 1128, Jimena fue enterrada en el Monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda, un importante centro religioso y cultural fundado en el siglo X, que destacó en la región durante varios siglos. La lápida funeraria de Jimena, originalmente situada en el monasterio, se conserva actualmente en el Museo de León, preservando su legado y conexión con la historia berciana. Este vínculo entre Jimena Muñoz y el Monasterio de San Andrés resalta la riqueza histórica y cultural de Vega de Espinareda, consolidando su importancia en el patrimonio de la provincia de León.