En la cara sur del monasterio de San Andrés, hay una fuente llamada “Fuente de la Vida”, de interesante arquitectura, con dos caños de bronce, un blasón con corona y flores de lis. Fue construida en 1742 por un monje benedictino. Está realizada en piedra y decorada con dos columnas terminadas en ménsula y un frontón en forma de arco sobre ellas. En el frontón una leyenda nos recuerda que sus aguas no hacen daño.
